Saturday, April 17, 2021

¿Camino de espinas o de pétalos de rosas?

 No lo cambiaría por nada, este camino de espinas que más bien para mi ha parecido de pétalos de rosas. 

Ha sido lo que mi corazón y mi alma necesitaban  para sentirme plena, completa, digna y suficiente. Aunque no perfecta, por supuesto... pero sí en paz, con MUCHA PAZ. 

Había caminado mi vida diciendo una y otra vez que lo único para lo que era buena era para trabajar. Me había repetido que lo único constante que tenía en mi vida era mi trabajo, buen trabajo porque amo lo que hago... pero Dios sabía que me perdía de mucho y que era incluso una ignorante ante mi misma de los regalos que Él había puesto en mi... tantos años de ver solo una cosa cuando Él me había dado bondades y cualidades a manos llenas, para ser una mujer de bien. Pero yo las estaba desperdiciando... como la parábola de los talentos... Yo había decidido poner la vela encendida abajo de la mesa, pensando que no servía o servía para poco.

Mi esposo, mi familia, mis amigas y compañeras, me hablaban de cosas que tenía que no reconocía o no quería reconocer. Siempre me había sentido rota, incompleta, incapaz, no digna, a medias... nunca me consideré mala pero tampoco me consideré buena persona o alguien con muchas cualidades. Mi percepción personal distaba mucho de una imagen positiva... “Yo solo soy buena para trabajar...” me repetía una y otra vez.  Y entonces Dios, en su amor perfecto decidió mandarme la lección de amor más grande para AYUDARME a darme cuenta de tantas cosas, que no había querido o podido ver estos 34 años. Estuve ciega, no quería ver. Estuve sorda, no quería oír. Pero es tan grande su amor por mi que me puso en este camino de espinas que han resultado ser pétalos de rosas. 

He podido descubrir que soy buena para muchas cosas, no solo para trabajar. Estoy convencida que Dios me ha dado muchas cualidades que hoy abrazo, agradezco y celebro. Me dio fortaleza, para enfrentar momentos difíciles. Me dio sabiduría para saber tomar decisiones y manejar adecuadamente las situaciones que la vida me presenta. Me ha dado resiliencia para LUCHAR por salir adelante y construir un mejor hoy y un mejor mañana. Me ha dado mucho optimismo para ponerle un toque positivo a las cosas, sin importar que tan jodidas se vean. Me ha dado amor propio para cuidar este templo llamado cuerpo, mente y espíritu. Me ha dado empatía, conciencia, agradecimiento y sensibilidad para APRECIAR las maravillas que me rodean, como mi esposo, familia y amigos. Me ha dado ojos para ver a mi interior y descubrir que mi ser tiene trazas de amor y sinceridad que le permiten construir puentes de conexión con quienes me rodean... haciendo amistades profundas, sinceras, genuinas y bonitas... no por mi trabajo, sino por mi. Así imperfecta y todo, yo sé amar a mi manera y así me aman quienes están cerca de mi y qué maravilla ver esto que no había visto antes. Me aman por lo que soy. 

Tantas cosas que no sabía o no había podido descubrir, y que este camino me ha regalado. Yo te quiero decir GRACIAS PADRE por darme el regalo del Cáncer. Porque sin él no estaría pudiendo llegar a este punto en donde hoy estoy. Hoy, gracias a este regalo, me siento así: completa, plena, suficiente, fuerte y entera. No me siento perfecta ni sin manchas, pero me siento en paz. En paz de ser lo que soy y ver que hay riqueza en mi ser simplemente por ser hija tuya. Sé que este camino del Cáncer no es un camino fácil pero yo te doy las gracias porque TÚ SABÍAS que necesitaba esto para despertar a una mejor vida, para crecer, para valorar, para ser más feliz y poder poner la vela encima de la mesa para que cumpla su función, sea ésta iluminar un pequeño cuarto o la cena de alguien, pero en el lugar correcto. Yo estaba abajo de la mesa con miedo, asustada y tu me has enseñado que tengo fuerza para estar en un lugar de la mesa. Que maravilla Señor este regalo que me das. 

Bendito el Cáncer que me ayudó a ver. 
Bendito el Cáncer que me ayudó a oír.
Bendita la enfermedad que me acercó más a ti. 
Bendito TÚ porque me has hecho crecer en el amor. 

Si pudiera elegir, elegiría este camino una y mil veces, porque no hubiera querido vivir  mi vida a media luz, como la vivía antes. Sé que voy empezando este caminar y que seguramente no será fácil. Pero pase lo que pase quiero darte las gracias por haberme permitido llegar hasta aquí.

Bendecida soy. 

Dios me regaló una nueva oportunidad de vivir mi vida a la luz del verdadero amor. Que no te defraude Señor, que pueda seguir tus pisadas y llegar al destino que tienes para mi... y si fuera éste mi destino final, que pueda vivirlo cerca de ti.

“Por encima de todo, vístanse de amor, que es vínculo más perfecto...” dice el Señor ♥️ 

VISTÁMONOS DE AMOR PARA LA FIESTA DE LA VIDA ♥️