Wednesday, July 22, 2015

Carta abierta

Supe que te amaba el día que te enfermaste y te llevé a tu casa en la calle Mónaco. Estabamos en el sillón y tu apenas podías abrir tus ojos; yo quería que en un instante pudieras recuperar la sonrisa y el aliento. Te amé desde ese día y lo he hecho cada día más desde entonces. 

No sé cómo sean las relaciones perfectas, no creo que la nuestra lo sea... Pero lo que sí sé, es que esto que tenemos es lo más lindo que me haya pasado. 

No fué fácil al principio, con tus dudas, mis miedos, tus preguntas, mis errores... No fue nada fácil sabernos imperfectos y así, en la desnudez del alma, decidir a conciencia sî estar juntos era lo mejor o no. Puedo decir con certeza que aunque las ganas no disminuyeron ante los baches inherentes a ser adultos y humanos, sí hubo momentos en los que pensé que no era para ti y que tu no eras para mi (y a veces en mi inseguridad y fragilidad humana, me pasa que lo vuelvo a pensar). Pero a pesar de eso, a pesar de todo, el amor no dejaba de crecer... El amor crecía y crece, cada que abro una puerta más de tu alma y cada que tu abres una más de la mia. Y la verdad es que yo jamás me imaginè que mi corazón tuviera escondites con reservas especiales de amor, hasta que tu llegaste a romper la idea que tenia del amor y me ayudaste a construirLO... Tu me hiciste ver que puedo ser mejor de lo que ya era... Me enseñas cada dīa que es a través de esfuerzo y dedicación, que se construye una relación sana. 

"Esto es de dos y es de todos los días... Esta en nuestras manos"

Paciencia, comunicación, apertura, serenidad, aceptación, curiosidad, temor de Dios, fé.

No somos perfectos y no tenemos la relaciòn perfecta, pero tú y yo, cada día que despertamos a un "buenos días, mi amor", aceptamos y tomamos la responsabilidad y el compromiso de darlo todo, un día a la vez... Es así, como nuestra imperfección sucumbe ante los momentos mágicos de correr juntos y abrazarnos sudados, comer nieve de yogurt con frutas y chocolate del que se hace duro, bailar una bachata en la cocina mientras Emiliano nos ve sonriendo, cocinar tu platillo favorito mientras me cuentas como te fue en el día, lavar los platos mientras acaricias mi cabello. 

Yo sé que no soy perfecta. Yo sé que tal vez tu no lo seas tampoco. Pero cuándo estamos juntos, no hay nada más perfecto que nuestro amor y los momentos mágicos que èste nos regala. 

Que nos dure este amor... Que no termine la magia.

Te amo.