Thursday, July 20, 2017

29 días

7 meses han pasado desde que supimos que podríamos estar ante Dios, jurándonos amor eterno, fidelidad, apoyo y compañía. Han sido 7 meses de plenitud, encuentro, intimidad, pero sobre todo, de una paz del corazón que sólo puede venir de allá arriba.

Hoy, a 29 días del día más esperado de nuestras vidas, o al menos de la mía, he hecho una pausa para agradecer el amor tan grande que Dios me tiene, por darme tanto y por permitirme experimentar esta felicidad que no pensé que existiera.

Ayer bromeamos de porqué la televisión no sería necesaria al  empezar nuestro matrimonio (guiño, guiño hehe), nos reímos y fantaseamos sobre la posibilidad de formar una familia. La realidad es que en ese preciso momento, ahí, mientras veía el emoji de una familia en tu mensaje de what´s app,  me di cuenta de lo que estamos a punto de hacer. Estamos a punto de decidir caminar hombro a hombro, de la mano, día tras día, sin importar lo que pase. Con certeza y convicción, estamos diciendo SI a la responsabilidad de amarnos, protegernos, cuidarnos, respetarnos, acompañarnos, retroalimentarnos, abrazarnos, besarnos y amarnos una y otra vez más, hasta que Dios nos llame a su presencia. Y entre más pienso en eso, más bendecida y agradecida me siento.

¡Qué hermoso regalo es amar y ser amado!

Hace tiempo atrás, en un vuelo de regreso a casa, le pedí a Dios una segunda oportunidad... Le pedí con todo mi corazón que me dejara demostrarle que podía hacer mejor las cosas. Le rogué por que me permitiera reconstruir mi vida... reconstruirme yo, toda, completa... y Dios no sabe cumplir promesas a medias. El me dio a manos llenas... una y otra vez, incansablemente, se desbordó en amor y oportunidades para mi. Me dejó perderme y encontrarme en días de llanto y soledad; me dio el regalo de hacer el viaje de mis sueños, para estar conmigo misma y darme cuenta que me puedo amar y aceptar como soy... y no sólo eso, me enseñó que hasta que no lograra amarme, no podría llegar a amar a nadie más, verdaderamente. Dios me dio la oportunidad de aprender a pintar y a bailar flamenco, a descubrirme torpe pero feliz, al intentar cosas nuevas. Me dio la seguridad para vestirme diferente y con ello, animarme a maquillarme y resaltar un lado mío que no conocía. Me dio la fortaleza para dejar ir amistades que no me hacían feliz, y el regalo de reencontrarme con otras que por error había descuidado. El me dio la disciplina para cumplir metas que pensaba imposibles, y con ello descubrir que todo es posible cuando uno se lo propone. Aprendí tanto cada día que pasó, que de pronto me resultó casi imposible recordar cómo era mi vida antes de esta maravillosa segunda oportunidad.

30 años pasaron y fueron absolutamente necesarios, para darme cuenta que cada momento, cada error, cada aprendizaje, cada bendición, cada caída, cada lágrima, cada fracaso y cada alegría, sucedieron de manera perfecta, para encontrarme aquí, ahora y en este preciso momento, junto a ti.

Me preparé 30 años, para amarte.

A 29 días de nuestra boda, te digo con todo el corazón: estoy lista para ti, mi amor.

Soon to be Mrs. Rodriguez.
Portugal... the day before we got engaged <3