Vivir es ese espacio de tiempo en el que uno la juega a saber lo que está haciendo. Es un intento desesperado por ser lo que se cree que se debe de ser, o por lograr ser lo que se desea ser... o al menos eso es para mi. Como a contrareloj. Cada instante sin luchar, es un instante perdido, no vivido.
Vivir es caos, descontrol. Una entropía interminable, perfecta... Una batalla hecha a la medida, en donde el mayor arsenal eres tú mismo.
Son caídas, subidas hermosas y bajadas.
Vivir son momentos de alegría, esos que se quedan en tu mente y se guardan en tu memoria, como si fueran oro... pero también son esos instantes de dolor, remordimiento, tristeza, coraje y vacío. La vida es todo eso junto o separado, revivido una y mil veces... sin parar.
Es una montaña rusa con final feliz o triste, o las dos juntas. Y aunque aún me faltan mil “rides” de esta montaña (espero), me gusta vivirla, me gusta sufrirla y disfrutarla. Soy de esas a las que la vida no le “pasa de noche”. Lo que sea que me toque vivir, lo vivo completo, sin reservas... dispuesta a ganarlo o perderlo todo, siempre.
Tal vez no dejaré un legado científico al mundo o no ganaré el nobel de la paz, pero lo que sí se podrá asegurar de mi, cuando muera, es que VIVI... viví incansablemente intentado amar.
Vivir la vida al máximo, con el pedal hasta el fondo, para sacarle todo el potencial, siempre siempre tendrá sus costos, pero también tendrá increíbles bendiciones... y de eso, jamás me arrepentiré.
“...exhaust yourself in the glorious pursuit of life.” JKF
