Wednesday, July 31, 2019

Escribir. Al parecer escribir es la única forma en la que consigo liberar la mente y acomodar el corazón, con cada una de sus emociones. 


Ha sido un mes interesante, un mes de recibir muchos NO, de pocas probabilidades y de incertidumbre; pero en el mejor estilo de Dios, también ha sido un mes de muchas gratificaciones, de mucho amor, de tiempo disfrutado, de tiempo bien invertido y de puertas que se abren, aún sin mostrar un rumbo fijo, pero que se abren y dan esperanza.

No me termino de acostumbrar al NO de la vida, al NO de Dios… intento asimilarlo, con la mucha o poca fe que pueda llegar a tener, pero resulta siempre difícil.

No es el momento.

No es tu tiempo.

No pudiste.

No lo lograste.

No va por ahí tu camino.

De pronto llegan nuevos tiempos, con sus voces, con sus ritmos y nos toca adaptarnos. Y cada NO implica un duelo que tienes que hacer rápido porque no hay tiempo, porque la vida sigue y porque no te puedes detener. Unas horas de llanto, de silencio, de duda, de reflexión y ya está… hay que seguir, no hay tiempo para más y aunque lo haya, tampoco lo quieres desperdiciar estando en el piso tirada llorando. Y corres, le sigues, porque nos enseñaron a enfrentar la vida, con todo y todo. Y te sientes cansada, golpeada, frustrada, decepcionada, como cuando te caes corriendo y te raspas las manos, las rodillas, estas llena de tierra y despeinada; pero no te puedes detener, porque tienes que llegar al final, aunque ese final no sepas cuál es… sólo sabes que hay más camino que recorrer y te sacudes las manos, las ropas, las rodillas, haces unos estiramientos para asegurar que no haya lesiones mayores y vuelves a correr… con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas... para volver a dejarlo todo en la pista. Aunque no sabes a donde te llevará el destino, aunque no puedes ver la señal de meta, aunque no sabes si habrá una meta que cruzar. Pero corres, porque es lo que sabes hacer y no vas a dejar ni una gota de esfuerzo en la reserva… ya estás ahí y hay que darlo todo.

Yo creo que así es la vida, toda ella, con muchos NO, con muchos SI y con momentos de incertidumbre. Creo que las situaciones difíciles sólo intensifican los matices propios del vivir y pues de pronto eso es un regalo, porque vives más, porque vives intensamente, porque ya no te la cuentan y al menos puedes decir que ESTAS VIVIENDO.

Gracias por los NO, me están haciendo más fuerte. Gracias por los SI, me han dado esperanza.


Tuesday, July 16, 2019

Abrir puertas, construir nuevos caminos…

Al entrar a una nueva fase de mi vida, reflexiono sobre lo difícil que es dejar ir lo que construimos con tanto amor, pasión y esfuerzo. No me sorprende que ni siquiera pude despedirme. Simplemente me fui…

Estoy convencida de que fue la mejor decisión, sin embargo, tener esa certeza no significa que fue fácil tomar este nuevo camino o que no causó dolor.
Cuento la misma historia una y otra vez en mi cabeza, aunque la que más la ha escuchado es mi psicóloga: el trabajo ha sido la única cosa estable que he tenido en mi vida, y es (a mis ojos, desde mi lugar oscuro y vulnerable) la única cosa que he hecho muy bien, por lo que de repente decir adiós (incluso si es temporal y por un propósito más grande) es una sacudida fuerte. 

Las últimas dos semanas he estado creando nuevas oportunidades para mí y he descubierto que las personas cercanas a mi corazón, no me quieren por mi carrera o por los objetivos que logré. He aprendido, poco a poco, que me aman por lo que soy y lo que represento en sus vidas y por lo que ellos representan en la mía. Me he encontrado en una alegría especial al descubrir que han visto más allá de mis logros (que pueden no ser muchos para algunos, pero para mí realmente son suficientes). Me ha sorprendido que nada ha cambiado en estos días entre nosotros <3... Mis amigos siguen siendo mis amigos, mi familia todavía me ama, y me atrevo a pensar que en verdad no les podría importar menos mi carrera (haha) y creo que mi esposo me admira aún más :D. ¿Quién hubiera pensado que lo que yo creía me hacía tan especial, en realidad no era más que una pantalla que yo misma cree? ¡Qué regalo me ha dado la vida en estas dos semanas!

Durante más de 12 años dediqué mi vida al trabajo, a hacer crecer mi carrera de manera acelerada, a alcanzar grandes objetivos ... y lo logré, realmente hice todo lo que quería hacer. Me gusta pensar que tuve experiencias tremendas que me llevaron a conseguir el trabajo de mis sueños (mi último puesto). Y la vida es súper irónica porque me dio un puñetazo en el estómago que me obligó a poner todo en perspectiva y a ACTUAR RÁPIDO. De repente tuve que alejarme de ese trabajo soñado, de repente todo eso que un día fue tan importante, en ese momento se hizo pequeño. Y, por supuesto, uno quiere tenerlo todo, pero esta vez realmente tenía que elegir ... Y elegimos (porque no lo hice sola) este camino en el que ahora estoy dedicada a mi salud y a la búsqueda de un sueño que, aunque parece que se desvanece frente a nosotros, nos llena de esperanza. De verdad, no perdemos la fe. Esto no nos matará, lo sabemos, pero cada segundo, cada día tendremos que darlo todo para que no muera este sueño, para que siga viva la esperanza de poder cumplir el deseo de nuestro corazón. Que hermoso tener tiempo, aunque sea poco, para entregar cada fibra de nuestro ser en éste, el proyecto de nuestras vidas.
Seguirá siendo un camino cuesta arriba, en el que tendré dudas y enfrentaré el miedo en casi todos los pasos que dé. Abandoné las murallas que me protegían, que me daban “seguridad” y de pronto me encuentro así, desnuda en mi alma, frente al espejo, pero lista para la guerra. Sé que Dios está de mi lado y sé que me enseñará lo que tengo que aprender de esta batalla. Estoy aquí por una razón, por un motivo, así que me aseguraré de que cada paso que tome sea dado con firmeza, entereza y amor.

Estoy descubriendo un nuevo yo en esta tierra desconocida, plagada de incertidumbre. Tengo miedo, pero soy optimista sobre lo que traerá este camino. Hoy, me enfoco en la construcción de paz interior y fuerza. Hoy, me enfoco en aprender y descubrir nuevas formas de vivir y de darme a los que me aman, en especial a Mario. El trabajo me dio mucho, pero sé que la vida tiene más que ofrecer y estoy ansiosa por descubrirla y probarla. Espero vencer, espero lograrlo. Espero aprender y descubrir en mí misma, que tengo mucho más que ofrecer como ser humano y realmente espero que mi cuerpo reciba con amor este tiempo y cuidado que con tanto empeño le estamos dando... No puedo esperar el día en el que mire hacia atrás y pueda decir: "Lo logré, lo logramos".

Abrir puertas, construir nuevos caminos… Con los ojos fijos en Él, hoy nuestra esperanza esta puesta en los bienes del cielo, no en los de la tierra.