He sido víctima de mis propios pensamientos, de mis
aprendizajes
Hay quienes guardan silencio y hay quienes lo decimos todo,
porque se siente bien, porque de algún modo sacarlo logra acomodar las piezas
del rompecabezas, para que duela menos, para que se olvide o para reiterar la
historia de una forma que haga mucho más sentido.
He pasado años de mi vida reviviendo dolores de la infancia,
del pasado, del presente. Cuestionando por qué soy como soy o por qué no logro simplemente
dejar las cosas atrás, o más bien dejarlas fluir sin que me sean tan impactantes
o íntimas.
La realidad es que con el paso del tiempo más me molesta ser
así, y más quiero ser como el agua que fluye, que se va entre las manos sin
dejar rastro de pronto, pero habiendo ayudado mientras pasó.
Tengo que desaprender patrones adquiridos y aprehendidos,
dejar de ser víctima de mis propias historias y tomar control de mi hoy, de mi
aquí y mi ahora. Tomar lo mejor de mi pasado, e incluso de mis demonios, para
agradecerles y dejarlos ir, de una vez por todas.
Thoughts
that return and seize me again and again and again ... those thoughts will not
allow me to get where I want to go ... or let me say it better, those thoughts
will delay me, because nothing has ever stopped me. But I know that if I want
to go faster, in fullness, I have to leave all this behind.
Quiero ser una buena madre, o mejor dicho, quiero poder ser
madre y sé que hoy Dios me pone de cara a mi realidad para reaccionar y hacer
cambios, ajustes, o digámoslo más lindo, preparativos para cuando llegues… para
poder tenerte en mis brazos, en libertad, en plenitud y darte el mundo que te
mereces, un mundo de amor, de luz, de agua que fluye, de seres que vibran de
luz dorada y blanca, nada más que eso.
Acepto mi presente y decido entonces prepararme… sé que
vienes en camino; tal vez llegues pronto, tal vez no, tal vez de mis entrañas o
tal vez de las de alguien más, pero vendrás… de eso estoy segura. Mientras
tanto, cuenta conmigo, me prepararé para ti, con amor.
Aún sin conocerte, te amo.
