Uno escribe cuando el corazón grita.
El 26 de Noviembre peregriné al Santuario de Nuestra Señora
de Guadalupe, con el corazón ávido de un solo deseo. Con lágrimas en los ojos,
en cada paso dado, le pedí a la virgen intercediera por ese deseo, por esa
sola cosa que en los últimos 2 años le he pedido a Dios.
El mundo está lleno de cosas que realmente importan, gente
con hambre, vidas lastimadas por la guerra, el dolor, la enfermedad… yo sé que
mi vida es bendecida y que no soy digna de pedir nada más, yo lo sé. Aun así en
mi corazón, durante los silencios de la noche y en la espera de estos años, yo
le confiaba a Dios ese deseo profundo. Le pedía perdón por pedir tal banalidad,
le agradecía tantas bendiciones y aun sabiendo que lo que pedía no era
importante para este mundo, le confiaba mi más grande anhelo.
Hay errores que nos acompañan toda la vida, errores que nos
marcan el corazón y que incluso cambian nuestro rumbo en la tierra. Mi error me
cambió la vida, de no haber hecho lo que hice, de no haber elegido el camino
que elegí, hoy no sería quién soy y no estaría aquí. Estaba dormida y desperté.
Hay dolores que los traen las pérdidas de seres queridos, hay
dolores que los traen las injusticias del mundo, la guerra, la enfermedad… y hay
dolores que son de uno, que uno mismo se da. Ese dolor que viene de dentro,
porque tú mismo lo infringiste, ese dolor es profundo… es tuyo, sólo tuyo y de
nadie más. Cuando cierras los ojos y te preguntas por qué… cuando en tus
silencios te reprochas… cuando aún en tu mejor día brotan lágrimas de arrepentimiento,
culpa… ese dolor es de uno.
El 8 de Diciembre es el día de la Inmaculada Concepción, el
día de su cumpleaños y un año exacto de que se inició el año de la misericordia.
Ese día recibí la llamada que esperaba desde Noviembre del 2014.
…“eres una buena mujer y mereces ser feliz”, dijo con voz
amorosa... y como hablándole a mi corazón y a ese dolor que no se había ido en
años, finalizó: “quédate tranquila”.
Dios es misericordioso y conoce nuestros corazones… no
importa que tan pequeños seamos, que tan pequeño sea el deseo de nuestro ser,
Él escucha nuestra voz.
Soy libre, siempre lo fui…
Te amo prima hermosa, DIOS nunca te dejo sola y el supo cual era el momento preciso para Ti
ReplyDeleteY yo a ti Liss, gracias por tu apoyo SIEMPRE. <3
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